Se recomienda principalmente para las vías respiratorias (tos, resfriado,
fiebre, afonía, garganta irritada) por sus propiedades antivirales,
antibronquiales, y expectorantes.
Para las vías respiratorias:
Decocción contra el catarro pulmonar:
Hervir en leche un puñado de hojas y flores frescas. Filtrar y beber dos vasos diarios.
Infusión para catarros:
Verter una cucharada de hojas y flores en una taza con agua, y dejarlas toda una noche. Filtrar y machacar el berro con una cucharita hasta sacarle todo el jugo. Beber por la mañana, en ayunas.
Jarabe:
Preparar jugo de berro y endulzarlo con abundante miel. Se obtiene así un excelente jarabe para combatir bronquitis, tos y todo tipo de catarros bronquiales.
Para retención de líquidos:
En un vaso de agua colocar 30 grs de hojas de berro fresco y dejarlo reposar de 12 a 14 horas.
Tomar la preparación en pequeñas cantidades al día.
Para la diabetes y el ácido úrico:
Hervir 200 grs de hojas y flores en un litro de agua. Filtrar y beber tres tazas diarias durante dos meses. Completar el tratamiento comiendo ensalada de berro fresco y crudo, sazonada con limón, una vez al día.
Para enfermedades del hígado:
Comer la planta fresca en ensaladas.
Uso externo
Para heridas, forúnculos, llagas:
Machacar hojas de berro previamente enjuagadas y aplicar una cataplasma sobre la zona a tratar.
Para la caída del cabello:
Machacar algunas hojas de berro y luego masajear con la preparación el cuero cabelludo. Dejar actuar unos minutos y enjuagar.
Para la piel:
El berro puede usarse también para aliviar el enrojecimiento de la piel, debido al sol y al viento.
Mezclar 50 grs de jugo con 10 grs de almendras amargas, machacadas.Puede aplicarse antes o después de la exposición al aire libre.
fuente cuidarlasalud.com
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